Como todos los años, la Conferencia Episcopal Peruana, a través de Campaña Compartir quiere ponerse al servicio de la vida humana y del bien común, llamando la atención sobre una realidad que afecta al ser humano y su implicancia social. Así mismo busca iluminar esta realidad a la luz de la Palabra de Dios, de la tradición y el magisterio de la Iglesia, aportando de esta manera principios, criterios y orientaciones que aporten a la construcción de una cultura de paz, justicia y reconciliación entre todos los peruanos. En este año 2011, la Campaña Compartir quiere invitar a toda la sociedad peruana, al Estado, las instituciones públicas y privadas y a la misma Iglesia católica a reflexionar sobre la realidad de los jóvenes, buscando fortalecer compromisos e iniciativas que permitan el desarrollo integral de cada uno de ellos, descubriendo y acogiendo la vocación que Dios les regala y ponerlas al servicio de los demás. La Campaña Compartir de este año la hemos denominado. “¡Jóvenes. Comprometidos con una vida nueva!”
El papa Benedicto XVI…nos recuerda el Santo Padre que “en cada época, también en nuestros días, numerosos jóvenes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz”. Todos somos corresponsales de las ansias de eternidad y belleza que los jóvenes reclaman y desean ver en nuestras vidas, como un hecho tangible, creíble, como una expresión adulta de nuestra fe. Los jóvenes quieren encontrar razones para creer y esperar, por ello nos tenemos que trabajar intensamente para que la cultura de muerte no termine por absorber y contaminarlos.
Nuestros Obispos reunidos en Aparecida en la V conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe nos señalaba que los jóvenes: “Representan un enorme potencial para el presente y futuro de la Iglesia y de nuestros pueblos, como discípulos y misioneros del Señor Jesús. Los jóvenes son sensibles a descubrir su vocación a ser amigos y discípulos de Cristo” (DA, n. 443)
Queremos concluir esta breve presentación con las palabras del Santo Padre, quién esperando a los jóvenes en Madrid les reafirma: “Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso”.
Que María, madre de la Belleza y la Verdad, sea la guía y estrella de nuestros jóvenes al encuentro con Jesús.
El papa Benedicto XVI…nos recuerda el Santo Padre que “en cada época, también en nuestros días, numerosos jóvenes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz”. Todos somos corresponsales de las ansias de eternidad y belleza que los jóvenes reclaman y desean ver en nuestras vidas, como un hecho tangible, creíble, como una expresión adulta de nuestra fe. Los jóvenes quieren encontrar razones para creer y esperar, por ello nos tenemos que trabajar intensamente para que la cultura de muerte no termine por absorber y contaminarlos.
Nuestros Obispos reunidos en Aparecida en la V conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe nos señalaba que los jóvenes: “Representan un enorme potencial para el presente y futuro de la Iglesia y de nuestros pueblos, como discípulos y misioneros del Señor Jesús. Los jóvenes son sensibles a descubrir su vocación a ser amigos y discípulos de Cristo” (DA, n. 443)
Queremos concluir esta breve presentación con las palabras del Santo Padre, quién esperando a los jóvenes en Madrid les reafirma: “Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso”.
Que María, madre de la Belleza y la Verdad, sea la guía y estrella de nuestros jóvenes al encuentro con Jesús.
+ Mons. Lino Panizza Richero, OFM, Cap.
Obispo de Carabayll
Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana
Presidente de la Campaña de Solidaridad Compartir
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